Ya ha pasado mucho tiempo desde que dijimos adiós, el tiempo ha pasado y cada vez siento que te alejas sin poder hacer nada, dejándome con la ilusión: que pueda volver a sentirte a mi lado. Soy uno de los tantos, que cuando estoy decidido a olvidarte, cada cosa que te encantaba se presenta ante mí y me trae constantemente recuerdos donde tú eras la protagonista, pero el más importante de todos ellos … el instante lleno de locura, bajo una luz tenue que sólo permitía ver tus ojos brillantes y así sentir el agrado de tus labios, tan intrépidos, tan salvajes; un momento lleno de pasión, cuando la adrenalina invadía mi cuerpo, cuando cada poro de mi piel era invadido por el sudor que producía el pequeño espacio entre nuestros cuerpos… algo mágico.
Vivo cada día evadiendo cualquier cosa que me recuerde a ti, tratando de engañarme, de volverme un ciego. Ahora en mi desolada vida veo tu rostro en todos lados, siento tu perfume en otros cuerpos, escucho tu voz entre tantas voces, siento tu toque al bailar; así, de esa forma tan sensual y excitante; siento de nuevo esas pequeñas cosas que no me permiten dejarte a un lado. Confío en las sabias palabras del mundo que dicen que “en el mundo te encontrarás con tu amor verdadero, pero eso no significa que vaya a estar contigo toda tu vida”, palabras en las que me resguardo cada vez que pasa tu sonrisa por mi mente, cada vez que miro a mi lado y no estás.
Sé que te perdí por no decidirme a dejar mi pasado a un lado, ¿y sabes? Me arrepiento, me arrepiento porque me haces falta, porque esa sonrisa que logré captar con mi lente es única y maravillosa. Sólo pensar que otro podrá verla con los mismos ojos con lo que yo los vi, me inquieta. Ésta será la última vez que te escriba porque entendí que el destino ya decidió por mí; te digo nuevamente adiós agradeciéndote cada beso, cada caricia, cada gesto de amor que me brindaste y sobre todo, por regalarme esa semilla de amor que me ayudó a recordar que existe otro mundo en la literatura; perdóname por el daño que te ocasioné, nunca me fijé en la gran persona que eres.
Espero que tu vida este llena de éxitos, hoy sólo puedo decir adiós.
Kmilo Quiroga
Bogotá D.C, Colombia
Magacín Carta Blanca 